Manuel Valdivia Rodríguez
El escuchar es una función de importancia radical en la infancia. Desde el nacimiento –y aun antes- los niños toman el primer contacto con la lengua escuchando lo que hablan sus padres y otros parientes, y gracias a este contacto, en los años siguientes los niños se van apropiando de la lengua en sus diversos subsistemas (semántico, fonológico, morfosintáctico). Esta apropiación es tan vigorosa durante la primera infancia que los niños de seis años –aproximadamente cuando están iniciando su educación primaria- ya poseen lo fundamental de su lengua, naturalmente con la posibilidad de enriquecerla y afinarla después, a lo largo de toda su vida. Pero es preciso destacar una condición especial: el escuchar que coadyuva al logro de este aprendizaje es un escuchar muy activo. Se produce siempre en situaciones concretas de la vida familiar en las que participa el niño. En el hogar, los niños escuchan lo que se dice y a la par observan lo que pasa. Son espectadores –incluso actores- de lo que sucede y se dice, y por eso lo que escuchan está siempre cargado de contenido. Lee el resto de esta entrada »