FRENTE AL PLAGIO, EDUCAR PERSONAS CREADORAS, CRÍTICAS Y AUTÓNOMAS

May 11, 2022

Manuel Valdivia

(Dos personalidades de mi país, el rector-dueño de una universidad privada y el presidente tienen sobre su cabeza investigaciones de plagio en sus tesis universitarias. Esos casos-que no son aislados- han puesto bajo la lupa el problema generalizado del plagio que nos intoxica.

En Facebook publiqué una nota al respecto, y que ha dado lugar a muchos comentarios que destacan las diversas facetas que tiene este problema. A mi juicio son tan acertados y valiosos, que los he reunido junto a mi nota a fin de compartirlos junto a mi post).

Mi Post

El plagio en la tesis del señor que gana “plata como cancha” y en la tesis de quien ahora es nuestro presidente han despertado reclamos de “sanción ejemplar”, han levantado “iras santas” (confieso que tomo la frase de un título de Chocano). Los reclamos y protestas son justificados, es verdad, pero los hechos que los encienden son sólo la punta del iceberg. El plagio está tan generalizado en el Perú y en otros países que ha sido posible que programadores diestros hayan podido dedicar un tiempo muy bien pagado para crear programas como Turnitin, Compilatio, PlagScan, Antiplagiarism.net, etc.

Pero cabe una pregunta ¿No son muchos (o somos) los causantes de que el problema del plagio exista?

Desde los primeros grados del sistema escolar hay niños que presentan como suyos trabajos hechos por los hermanos; mapas y dibujos ejecutados por dibujantes que ganan algunos soles por hacerlo; aparatos para las Ferias de Ciencias encargados en puestos de Amazonas, y hay padres y maestros que conocen o intuyen el origen espurio de esas obritas, pero igual los pasan por alto. Y ya desde la secundaria comienzan a ser hechas monografías en base al “copy paste” de cosas bajadas de la Internet. Y así pasa en las universidades y en institutos superiores. Yo conocí el trabajo de un alumno que se había jugado el todo por el todo para demostrar ante no sé quién la existencia de profesores que calificaban por peso. Este jovencito había intercalado en un trabajo suyo aquí y allá frases del Padre Nuestro y su trabajo mostraba una nota sobresaliente pues el profesor seguramente lo sopesó al tanteo.

Igual, se puede visitar centros de fotocopias que existen cerca de las universidades, en donde los estudiantes pueden encontrar quien les entregue archivos de citas, monografías y hasta tesis completas.

Hasta llego a pensar que hay una forma no delatada de plagio en artículos académicos plagados de citas que cumplen con hallarse entre comillas y tener mención de fuentes. “Estoy de acuerdo con”…, “Como sostiene…”, etc.,  y van entre paréntesis tres, cuatro cinco o seis menciones de fuentes, lo que permite dudar de la autenticidad de las ideas expuestas.

Aquellos que cometen plagio en sus tesis de bachillerato o doctorado no lo cometen por primera vez. Venían haciéndolo desde cuando llevaban un biberón en la mochila. Y nosotros lo sabíamos (o no nos habíamos dado cuenta).

COMENTARIOS DE AMIGOS

Manuel Cardenas

Manuel, súmale a ello que no se enseña en escuelas ni universidades como escribir, interpretar y menos pensar, que hasta la paráfrasis más sencilla se vuelve en una horrenda copia.

Respuesta

Manuel. De acuerdo contigo. Si hiciéramos lo que dices, tocayo, desde los primeros grados, formaríamos la autonomía del pensamiento. ¿Difícil? No. Enteramente posible.

Dorita Vilma Arellano Ramírez

La verdad, esto es un problema nacional. En las clases virtuales de los estudiantes ha sucedido algo parecido. Lo más probable es que los padres hacían los trabajos que los estudiantes presentaban como evidencias. Al regresar a las aulas nos damos cuenta que los niños no saben lo que se supone deberían, mejor dicho están en nada. Por su puesto que no todos.

Respuesta

Muchos profesores podrán dar prueba de lo que usted dice, Dorita. Ha sucedido. Alumnos conectados, sí, pero haciendo otra cosa. A muchos padres les interesa solo la nota, que sus hijos aprueben, pero no les importa si no aprenden nada.

Hernán Acosta Zúñiga

La ética en el proceso de investigación debería abordar el » copia y pega » como un aspecto esencial. Antes del Internet el volumen del plagio era menor pero ahora es una tentación real y hasta una herramienta del facilismo y la mediocridad en ciertas mentes. Un abrazo Manuel.

Respuesta

Hay un problema, Hernán, que no alcanzo resolver. A muchos nos pasa que a lo largo del tiempo vamos acumulando en la mente un cierto saber que es producto de meditaciones personales despertadas por textos que hemos leído detenidamente. Esos saberes están organizados en esquemas -lo enseñaba Kant- , en cuerpos orgánicos de conocimientos e ideas en los cuales están integradas las riquezas que hemos hallado en los libro, pero ya coaligadas con lo que ya teníamos. Y a veces necesitamos exponer esos saberes, pero no podríamos decir con precisión cuál es su fuente. André Maurois decía que cultura es lo que queda después de que se ha olvidado lo que se aprendió. Y a veces hablamos escribimos desde nuestra cultura.

Teresa Tovar Samanez

La presión por el “éxito” y la cultura del ascenso individualista han deformado los sistemas educativos llevando a sustituir calidad por competitividad. La competencia salvaje en una sociedad desigual promueve la corrupción, el engaño, el plagio, etc. Todo vale con tal de ganar.

Respuesta

Una sociedad como la nuestra, con tanta pobreza, con tanta desigualdad, con tanta discriminación podrá mejorar sí vence “la cultura del ascenso individualista» conseguido a costa de los demás. Pero no podemos cejar, Tere. No debemos.

Teresa Tovar Samanez

Es cierto, Manuel. No debemos. Pero el monstruo del capitalismo salvaje es grande y pisa fuerte. Ha colonizado las mentes y comportamientos a la par que ha esclavizado y excluido.

Zenon Depaz Toledo

De acuerdo. Es posible presentar una tesis espuria, formalmente sin plagio alguno, con solo poner en cada «copia y pega», el consabido «según fulano». Obviamente, el plagio debe ser combatido, pero el problema mayor es otro, sobre todo en las facultades de educación: lo banal, trivial, casi irrisorio (y frecuentemente cómico) del tema (problema) «investigado», con tal que se le aplique estadística (que lo hace un programita comprable en Wilson). Ejemplo: «Correlación entre la disfunción familiar y el rendimiento escolar en los alumnos de la IE xxxx del distrito zzzz». Debe haber miles de tesis con ese problemita que cualquier guachiman resuelve a la primera pregunta. ¿Habrá alguien tan estúpido que no sabe que un chico cuya familia es un desastre tiene desventajas en su aprendizaje? Si, claro, los asesores y directivos de esas facultades (que tienen un modo surrealista de entender la investigación científica). Hace años vengo diciendo que la reforma universitaria debería empezar por ellas.

Respuesta

Su ironía y su severidad son justas, Zenón. Me sorprende mucho que sean aceptados los proyectos de tesis como las que menciona. ¿No son capaces los asesores de las tesis para sugerir asuntos mejores? Esfuerzo (si hay esfuerzo) y dinero, perdidos. Un país como el nuestro, tan diverso, necesita despejar muchas interrogantes. Ya no hablo de tesis sino de artículos académicos con afirmaciones sobre nuestra realidad a partir de estudios hechos en realidades europeas.

Zenon Depaz Toledo

He visto, desconsolado, por todo el país, estimado Manuel, tesistas interesantes, con temas ídem, frustrados porque su proyecto fue rechazado porque no cumplía con el absurdo esquemita cuyo núcleo es la aplicación de la chi cuadrada, mistificado al delirio por los asesores de esas facultades (y seguramente saludado por todos aquellos que pegan en los postes cercanos a cada universidad el anuncio «Tesis», que compite con aquel otro que dice «Atraso menstrual»). Si hay alguna ironía en mi expresión es porque la depresión de esos chicos (por lo general los más brillantes de su grupo) de alguna manera me alcanzo. Eso tiene que discutirse y corregirse ya mismo. No puede continuar así. Hace daño a la educación y parte de una incomprensión de la naturaleza del conocimiento científico y la investigación, reforzada por manuales tóxicos como el de un tal Hernández Sampieri, convertido en catecismo por docentes de metodología de la investigación que creen que existe tal cosa y se halla revelado en aquel manual y otros semejantes.

Adela Barrio Tarnawiecki

En Italia, conocí un estudiante de Ciencias Políticas que se sostenía haciendo tesis de grado. En todas partes se cuecen habas y mal de muchos, consuelo de tontos. Todo sumado es una gran tristeza y una constatación desoladora. Pero no caigamos en la desesperanza.

En la Universidad teníamos un profesor de Metafísica, el doctor Torres Llosa, que nos permitía dar exámenes llevando libros. Un desafío muy interesante. Sus preguntas estaban muy bien planteadas. Sin haber leído de poco te servían los libros.

Respuesta

Yo tengo una experiencia similar, Adela. En una escuela normal donde enseñaba a jóvenes futuros maestros, empleaba el mismo procedimiento. Y cuando mis alumnos se enteraban qué el examen sería resuelto con cuadernos de apuntes y libros a la mano, cundía el pánico. Pero muchas veces resultaban respuestas muy interesantes.

Adela Barrio Tarnawiecki

Si! Era un reto muy motivador.

Diana Suarez Moncada

El sistema pone trabas para que el estudiante realice una tesis de acuerdo con su deseo de investigación porque hasta los temas los restringen. Es un caos. En una maestría no se va a aprender lo que no se aprendió en 15 años de estudios.

Respuesta

Sí, Diana. Me he enterado de que hay indicaciones como cuántas variables deben ser examinadas o que en la bibliografía no se debe mencionar publicaciones anteriores a un cierto año. Terrible.

Julio Rolando Villanueva Sotomayor

Buen planteamiento Manolo. Parece que este mal viene de atrás y en todas partes.

Respuesta

Pero ten cuidado, Julio, con decir eso tan cierto. Un comentarista a mi post ha dicho que afirmo eso para disculpar al presidente plagiador. (He eliminado ese comentario por injusto).

Raquel Soledad Yarnold Martínez

Muy bien expuesto, maestro Valdivia. Lo que ahora observamos en relación a los plagios no sorprende a nadie y no tiene el repudio de la opinión pública porque es una práctica generalizada. Hay un tema de fondo: ¿queremos que esto cambie? O más aún, ¿Pensamos que no es correcto? Porque muchos peruanos justifican estas actitudes diciendo «todos lo hacen».

Respuesta

Raquel. Esa justificación es parte de nuestra cultura, pero hay que extirparla.

César Rivas Mendo

Escuché cierta vez al Dr. Del Río, Presidente del CONCYTEC, que con tanta información al alcance de los estudiantes la “Evaluación futura” no debía ser a base de “preguntas” sino más bien a su capacidad de “formularlas”. Esto supone un dominio de la “question” y de su proyección hacia nuevos aprendizajes Mi duda es si los Docentes tendrán la capacidad, si no de respuesta, de orientar su búsqueda mediante metodologías de investigación. Ardua tarea

Respuesta

Probablemente tu temor es fundado, César. Pero no es culpa de los docentes. En los currículos de formación docente hay muy poco sobre metodología y didáctica. Y sobre una educación, no digo para la investigación, sino para la reflexión, para el hallazgo y formulación de ideas, para el ejercicio de la crítica no hay nada. Y lo mismo pasa con las llamadas «capacitaciones» y «acompañamientos». Pero ya están surgiendo voces, ya se sienten aires favorables.

César Antonio Uribe

Manuel estoy de acuerdo con tu reflexión. Así sucede.

Respuesta

 «Así sucede», Cesar. Ojalá que los escándalos suscitados por los plagios de dos «personalidades» nuestras sacundan las conciencias.

Ma Del Pilar Meza

Buena reflexión maestro Manuel, esto del plagio no es la primera vez, ya existe de hace mucho de malos estudiantes, malos investigadores y hasta de malos maestros que no enseñan cómo se hace investigación verdadera. Es lamentable, pero así es…… Y es posible también se no hayan citado las fuentes, porque no son nuestras ideas, son ideas que sostienen, argumentan una investigación

Respuesta

 Ah, María del Pilar. Sucede tantas veces que ya es parte de nuestra atmósfera cultural. Los maestros tenemos la palabra para educar personas capaces de decir lo suyo sin copiarlo.

Amada Gutiérrez

Es absolutamente cierto, el problema tiene su origen en la baja calidad de la educación básica. Profesores mal pagados, limitaciones en su formación inicial, falta de laboratorios o bibliotecas bien implementadas en las escuelas, así como la ausencia, en los hechos, de una formación centrada en la investigación y el descubrimiento. Existen excepciones, por cierto, pero son solo eso. Otras limitaciones en las escuelas del país es el bajo acceso a las nuevas tecnologías. En términos formativos, problemas de analfabetismo digital, analfabetismo informacional, no saber cómo acceder a la data científica; problemas de analfabetismo crítico (Freyre), así como una constante, problemas de comprensión lectora. Todo ello condiciona la práctica del plagio intelectual de los escolares, así como no tener problema que los trabajos que exige la escuela, sean hechos por sus padres o familiares. En la educación superior, la situación no es mejor, a pesar de ser el sector privilegiado del país que puede acceder a la educación universitaria (140 universidades (51 públicas y 89 privadas) albergan a 1’060,078 estudiantes matriculados; de este total, 330,986 (31%) estudian en universidades públicas y 729,092 (69%) en universidades privadas/ ENAHO/INEI 2021), muchos estudiantes no comprenden lo que leen; además de no haber cultivado el arte de la lectura. En este contexto, donde muchas universidades existen porque ofrecen grados y títulos, sin mayores exigencias académicas; el plagio, y la ausencia de toda ética académica se transforma en una constante. ¿Cuántos estudiantes universitarios conoce y usa con propiedad las normas APA? Posiblemente no muchos. Tienen asimismo dificultades o no saben cómo escribir un ensayo académico o informes monográficos, usuales en la universidad. En estos días, donde las acusaciones de plagio de tesis se han transformado en un motivo de vacancia presidencial, sería bueno preguntarnos ¿Quiénes son responsables de la seriedad académica de las tesis de grado universitarias? Las universidades, por cierto, porque son sus asesores, los comités de tesis, los jurados académicos; los que califican las investigaciones, y quienes finalmente aprueban o desaprueban las tesis presentadas por los estudiantes. ¿Está el plagio institucionalizado? ¿Se continúa con la práctica de presentar trabajos que nunca fueron hechos por los estudiantes? Parece serlo. Es común leer, en los negocios de fotocopias, cerca de las universidades, la siguiente leyenda: Se hacen tesis. Es decir, que no solo existe el plagio en trabajos realizados por estudiantes, sino que existen otras modalidades; como las tesis por encargo, las que son sustentadas por los graduandos como suyas y con las cuales obtienen el grado académico deseado. Esta realidad, esta «normalidad» del plagio en sus diversas modalidades, no solo nos desmoraliza, porque el desarrollo de la ciencia y la tecnología se hace más lejano para el país, y como consecuencia, también el deseado desarrollo sostenible, sin embargo, hay un mal mayor, la institucionalización de la inmoralidad como “ética” del éxito.

Respuesta

Todo lo que dices, Amada, es cierto. Tu examen de las deficiencias de la educación básica respecto de la lectura y la escritura es exacto, y o suscribo. Además, mucho se está diciendo sobre las bondades de la Internet y del empleo de computadoras para acceder a la información, pero tengo la sospecha de que proviene de los vendedores de equipos. Está por ser construida una metodología para el empleo positivo de esos medios por los estudiantes de básica y de la universidad.

Dante Benavides

Buen día Manuel. Es un análisis adecuado.

Pero ¿lo debemos de justificar? O debemos enseñar a los alumnos , ya sea del colegio universidad ,post grado o doctorado, que también existe la cultura de la excelencia, y si aprendemos a hacer bien las cosas desde el colegio, haremos bien las cosas en nuestros hogares, centro de labores, etc., etc.?

Respuesta
Hola, Dante. Traté de hacer visibles varios aspectos del problema. Justamente estoy abordando la tarea que sugieres, proponiendo metodologías para que los maestros asuman la educación de lectores críticos, autónomos y creadores. Ya lo verás.


Lilia Calmet Böhme

Totalmente de acuerdo. La pregunta es, ¿qué hacemos? Y en lo que nos compete que es la educación básica, ¿cómo formamos a los y las docentes en inicial y en servicio? ¿Qué hacemos con los concursos?

Respuesta
Debemos ponernos en obra de inmediato, Lilia. Los maestros de básica no hemos sido formados con estrategias para despertar la criticidad, la creatividad, la autonomía en el pensamiento y en la obra. Pero creo que es posible llenar el vacío. En todas partes se está despertando. Y bien, lo de los concursos…