INTERROGANTES EN TORNO A LA EIB

Jorge Cobián / Manuel Valdivia

Jorge Cobián es un joven profesional peruano, amigo por quien tengo gran aprecio. Inmediatamente después de leer mi artículo sobre la evaluación de la lectura en castellano como segunda lengua, envió a través del Facebook una breve nota en que planteaba inquietudes e interrogantes en torno a la EIB en nuestro país. La nota expone con tanta precisión las dudas que rondan en nuestras mentes, que no he vacilado en compartirlo con los lectores de mi blog. Lo presento incluyendo después la respuesta que le di en el FB, también inmediata.

Jorge Julio Cobian: Estimado Manuel, mi inquietud siempre ha sido si, como país, estábamos en condiciones, o si había voluntad, de desarrollar una verdadera educación bilingüe. La respuesta siempre fue acompañada de muchas condicionantes y se hacía muy compleja: si teníamos docentes preparados, si se habían normalizado las diferentes lenguas, si la población promovía o quería el desarrollo de la lengua originaria en la escuela o promovía el castellano, si había una metodología adecuada, si existía una metodología que se adecue a nuestras necesidades, si podíamos hablar de monolingüismo a estas alturas, si todavía podíamos hablar de interferencia lingüística o estábamos frente a un contexto lingüístico totalmente diferente en el país… A todo esto, cuál era el rol del MED y de las regiones en la definición de una política de tratamiento de las lenguas. Asimismo, en los últimos años, la discusión sobre los estándares, ha dejado entrever que podemos estar midiendo erróneamente o mejor dicho, que estamos esperando niveles diferentes de desarrollo de la lectoescritura en estudiantes de segundo grado. También es importante tener en cuenta que el verdadero castellano en el Perú podría estarse extinguiendo con la influencia fuerte del quechua o el aimara en todos los niveles sociales, basta con salir a caminar por la calle y escuchar a los otros, la construcción de oraciones no se da tal cual como exigen las reglas gramaticales del castellano, solo escuchemos a nuestros congresistas, la realidad se impone. En fin, esto último es una especulación, mejor hay que investigar un poco a profundidad para poder esclarecer y comprender mejor los resultados de las evaluaciones, antes que culpar tan ligeramente a posibles responsables. Entonces, sigo con la inquietud, ¿habrá voluntad para un abordaje integral del bilingüismo en el Perú? Da para un debate nacional ¿No crees?

Manuel Valdivia: Apreciado Jorge: Gracias por plantear los problemas que presentas. Como dices al final, estos asuntos se prestan para un gran debate porque en el fondo constituyen problemas que debemos resolver. Pero creo que el debate NO debe apuntar a si se hace o no EIB, sino CÓMO se la hace. Estoy absolutamente convencido –te lo digo así, sin ningún temor- que los niños deben iniciar su educación y avanzar cuanto se pueda en la lengua que aprendieron en el hogar, en su lengua materna, porque esa es la lengua en que se expresan, aprenden, piensan. Y si esa es una lengua indígena, hay que hacerlo así, ni modo. Pero eso levanta un compromiso: deben aprender el castellano, que es la lengua nacional, la “lingua franca” en nuestro país. El mejor castellano que sea posible, porque el castellano con interferencias, el “castellano motoso”, como lo llaman, es un estigma, que todos ven y muchos desprecian. Estoy decidido a participar en el debate. Voy a seguir publicando artículos al respecto en mi blog, porque he trabajado mucho apuntalando la EIB y seguiré haciéndolo. Me permitirás –no te queda otra cosa- que comparta tus reflexiones en el blog como una manera de avivar el fuego. Un abrazo cordial.

3 Responses to INTERROGANTES EN TORNO A LA EIB

  1. jbellinah dice:

    Me permito echar un leño para incendiar un poco más la pradera. Los dos temas que plantea Cobián me parecen de principio: ¿Hay condiciones para plantear una EIB como se debe? Me parece que sí, en cuanto a medios y capacidades, naturalmente por etapas. Es un tema técnico y ahí hago mutis por el foro, dejando a los especialistas que nos cuenten como es. Pero el real problema para mí es la segunda interrogante: Si existe la voluntad. La voluntad política implica que, dados los medios, los actores responsables del tema hagan lo que deben hacer. Ello implica desde mi punto de vista al MED y a los Gobiernos Regionales. La pregunta entonces es cuanto del presupuesto y de los medios existentes se está dedicando al tema, y cómo se está ejecutando (MED), y si los Gobiernos Regionales se están comprando el pleito en el ámbito de su responsabilidad. Es decir, si los medios son proporcionados y los actores los están empleando como se debe y con los impactos pertinentes. Saludos cordiales.

    • Manuel Valdivia Rodríguez dice:

      Estimado Javier. Dijiste un leño y has echado varios, o uno de mucho volumen y muy resinoso. La Ley General de Educación, el Reglamento de la EBR, la Política de EIB, la existencia misma de la DIGEIB R son señales claras: Está decidido. La educación debe ser bilingüe intercultural allí donde los niños hablan una lengua indígena. Si no se hace efectiva, el problema va, de una parte, por las líneas técnicas (y no es pequeña cosa) y también por la decisión real de hacer el cambio en los niveles intermedios y locales. Hay gobiernos que han oficializado el quechua en la región, pero hasta ahora todo queda en la ordenanza; hay gobiernos que han declarado que la región entera está del lado de la EIB, pero queda en declaración. Javier, la EIB no es optativa. No es que las autoridades, los directores, los profesores o los padres tengan poder de opción: “ Estoy de acuerdo – No estoy de acuerdo”; “Aplico – No aplico”. La educación bilingüe no se reduce al asunto de en qué lengua enseño a leer; es mucho más: educar es orientar, aconsejar, formar, conducir el aprendizaje, dar oportunidad a la expresión de los hallazgos, a la expresión de las dudas. Y para educar es preciso comunicarse con los niños: hablar con ellos, escuchar lo que dicen. Y eso no se puede hacer sino en la lengua en que hablan y piensan ellos. Cuando reducimos la EIB a la lectura y escritura, la estamos minimizando. Y ni aun entonces es optativa. Pero se trata de hacer una educación primaria bilingüe, y, si es posible, también una educación secundaria bilingüe: una educación en dos lenguas. No queda otra, Javier. No podemos reducir a los niños indígenas a la mudez y a la incomprensión, “educándolos” en un castellano que apenas mascullan. Y porque se hace así, es que los niños ni aprenden a leer, ni aprenden matemática y ni otros contenidos, y finalmente ni se comunican bien, ni en su lengua ni en castellano. Y perdona, Javier, si en vez de encenderse la paradera se me está encendiendo el ánimo. Por eso, corto aquí, con otro abrazo.

  2. jbellinah dice:

    Aprovecho para añadir mi leño para contribuir a un mejor incendio de la pradera: Las preguntas de Cobián me parecen centrales, aunque una invada la otra: ¿Hay condiciones para una adecuada EIB? Opino que sí, hay los medios y las capacidades y una cierta voluntad política en el MED. En cuanto a esa voluntad política, creo que faltan actores fundamentales en esto, los Gobiernos Regionales. En algunos de ellos, como Puno, el problema está presente y se trata de afrontar, pero no me queda claro si lo que pasa en puno, Ayacucho, Cajamarca o Loreto esté siendo coordinado y compartido. Quizá mi temor es pensar que la «correcta interpretación» de la EIB se esté haciendo desde Lima, y se esté imponiendo a las provincias, y si las Regiones se están comprando el pleito. Por lo menos parece que entendemos que el castellano – el castellano «correcto» – es el que debe ser enseñado como instrumento de Inclusión Social. Y además debe haber rebote: los que tenemos el castellano como lengua materna deberíamos por lo menos aprender a decir las frases más usuales en nuestras lenguas originarias y aprender no solamente a no sentir vergüenza de ellas, sino a emplearlas en nuestro trato diario. Allipunlla Yachachik, como dicen en el Ecuador :).

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