LECTURA EN SEGUNDO GRADO: LEVANTAR LA MIRA

Manuel Valdivia Rodríguez

Volvamos la vista a los resultados de la Evaluación Censal 2009 y examinemos lo que nos dicen sobre el aprendizaje de la lectura logrado por  niños y niñas de segundo grado de Educación Primaria. Las cifras de esta evaluación muestran que solo el 23,1 % de estudiantes sabían leer en el nivel esperado. Traducido a números contantes y sonantes este porcentaje  significa que, de 650 mil niños que estaban concluyendo el segundo grado en el año 2009, solo 150 mil sabían leer y que  500 mil no conseguían lo esperado en lectura. Si  era así respecto del leer, se colige que tampoco sabían escribir, es decir poner  por escrito significados tenidos en mente, no simplemente trazar los grafemas.  El hecho es, pues, que medio millón de niños avanzaban en su escolaridad primaria sin tener las bases fundamentales para continuar con su educación primaria. Esa era la situación en 2009, pero el problema se presentaba también en años anteriores. Según la información que provee la UMC, en el 2008 solo  el 16,9 sabía leer como se debe. No hay mediciones similares que pudieran señalarnos cuándo comenzó el problema, pero es seguro que este se inició mucho antes. Arriesgo la hipótesis de que la brecha comenzó a abrirse en los 90.

Permítaseme postergar la fundamentación de lo que acabo de decir porque ahora estamos urgidos por la tarea de remontar la situación. Cada año que pasa, una cohorte de por lo menos un cuarto de millón de niños comienza su escolaridad con problemas que tal vez nunca sean superados. En vista de los resultados de 2009, el MINEDU planteó  que para el 2011 –es decir para el año que corre- debíamos  llegar a una meta del 35% de éxito. A mi modo de ver, la mira está muy baja, pues eso supone aceptar que en el presente año pueden quedar 400 mil alumnos sin haber aprendido a leer. Aunque es cierto que, como país, la marcha puede ser lenta, y puede ser que esa sea una meta prudente. Pero en cada región, en cada escuela, debemos apuntar a más. ¿Aprobaríamos a un profesor que dijera “Bueno. Tengo 30 alumnos en segundo grado. Les aseguro que a fin de año 10 van a leer”? ¿Estaríamos contentos con una escuela donde se dijera “La meta para las cuatro secciones de nuestra escuela, con un total de 140 alumnos, es que 41 logren los objetivos”? A nivel micro, el 35% sería, como se ve, difícil de aceptar.

Cada docente debiera poner la mira más alta y apuntar  a que la totalidad de sus alumnos aprendan a leer en el nivel que se espera para el grado. Tal vez, al final, no llegue el 100%,  pero el saldo será menor. Cada institución educativa debería comprometerse a  evaluar el aprendizaje de los niños al final del año escolar, sin esperar que llegue un equipo de la UMC, y realizar una evaluación del desempeño de los docentes y una apreciación de los factores que incidieron.  No podemos consentir que niños y niñas de seis o siete años de edad vivan el primer fracaso de su vida escolar, que los llevará de tumbo en tumbo en el resto de su escolaridad. Antes de los 90, cuando los docentes y las escuelas tenían libertad para aplicar el método que más les conviniera y emplear los materiales correspondientes, bastaba un año para que los niños iniciaran con buen pie su aprendizaje y un año más para consolidar lo aprendido. No existían aun mediciones censales, pero hay un indicio significativo. En esa época aún existía la repetición en el primer grado y no eran cientos de miles los niños que repetían. En castellano, ocho meses pueden ser suficientes para el aprendizaje inicial. En las escuelas del distrito de Anchonga (Huancavelica), empleando un librito que cabe en el bolsillo del saco y con una metodología básica, los niños  y niñas campesinos de ese lugar aprenden a leer en quechua[1] en un año, en grado suficiente para decir que consiguieron lo esperado. ¿Por qué no se lograría algo similar en las escuelas públicas del resto del país?

El 2011 puede ser decisivo para el Programa Estratégico “Logros de Aprendizaje al finalizar el III ciclo de la EBR” (PELA), cuyos monitores y monitoras deben comprometerse con el logro de las metas en las instituciones a su cargo. Ha culminado ya una primera etapa del PRONAFCAP de especialización para docentes del II y III ciclo de EBR, que durante año y medio ha congregado a profesores de estos ciclos en torno de la lectura y la matemática. Es preciso que las UGEL y las direcciones de los centros educativos tomen las decisiones administrativas necesarias para que los docentes de Educación Primaria egresados de ese programa sean ubicados en secciones de primer y segundo grados,  para cuya atención se han preparado.

Pensando en medidas ya no tan inmediatas, hay otras cosas que hacer. Por lo pronto, es tiempo ya de iniciar la evaluación de la metodología y los materiales que han sido aplicados en los últimos años en los primeros grados. En la década de los 90 fueron desautorizados todos los métodos y materiales que hasta entonces se empleaban para la enseñanza de la lectura, y se impuso una sola línea metodológica que rige hasta ahora: los docentes tenían que seguirla, los capacitadores debían difundirla, los libros que se produjeran debían ceñirse a sus características.  Lo que no fuera así, estaba mal. Después de una década de aplicación, es tiempo de que se haga una evaluación de la misma y se decida la apertura necesaria a otras alternativas, pues en estos mismos diez años mucho es lo que se ha hecho en el mundo en cuanto a metodología. Este es un paso, entre otros, que debe ser dado.

Cada año, poco más de 650 mil niños ingresan a primer grado. Muchos irán a sus escuelas con algún temor explicable. Es probable que, para animarlos, sus padres les digan algo como esto: “Vas a tener amiguitos, amiguitas;… vas a jugar, a dibujar…; y vas aprender a leer…”. ¿Será así?

Febrero de 2011


[1] Estoy haciendo referencia al proyecto conducido por Tierra de Niños con apoyo de la Fundación Stromme, que aplica un enfoque bilingüe intercultural en 16 escuelas primarias de un distrito considerado entre los más pobres del país y donde muchos factores operan en contra.

19 Responses to LECTURA EN SEGUNDO GRADO: LEVANTAR LA MIRA

  1. Ana Tello dice:

    Es un honor para mi saludarlo estimado Profesor. Realmente, lo dicho es muy cierto. Estoy segura, y lo reafirmo: en el aspecto educativo… «Todo tiempo pasado,fue mejor»
    Antes de los años 90, leer, para un niño de 5 o 6 años, era cuestión de meses, claro que no hacia falta adquirir innecesariamente material diverso, recargar el aula con imágenes coloridas, distractoras, elaboradas con ahínco durante largas horas de extenuante trabajo, que lejos de recargar de energias a los docentes, los mantiene alejados de los suyos perdiendo , a mi parecer, lo que nunca debiera faltarle a un maestro, la motivación y la inventiva transformadora, cuya materia prima es y será el amor, a lo que hace y por quien lo hace.
    Sin embargo, puede ser que, en búsqueda de lograr su cometido-el logro de los aprendizajes- haya perdido la esencia de lo que realmente nuestros niños necesitan.
    A mi humilde parecer, pienso, tal como el mundo avanza, se van dejando de lado prácticas que en su momento y ahora reducidas pero siempre presentes debieran haberse mantenido, aunque pasen los años, como diría aquel viejo eslogan, ya que dieron los resultados que ansiamos ahora y que nos parece aún lejano.
    Por mencionar alguna, el método silábico, no debiera satanizarse hoy, ya que es así como muchos, sino todos, los de mi generación aprendimos a leer…Claro que si!
    Puedo dar testimonio fehaciente que fue de esa manera como aprendió a leer mi pequeña Angie BB, como la llamo, a los 5 años de edad y lo hacia fluidamente, hoy, su regalo favorito es: Un libro, es indescriptible el sentimiento de orgullo que tengo al verla, con sus casi 16, disfrutar de ellos plácidamente.
    Mi esposo y yo aprendimos de la misma manera y es asi como enseñamos a varias generaciones ya.
    Lógicamente es bueno innovar, no podemos quedarnos en el pasado… pero estoy segura que retomando aciertos del pasado podremos augurar un mejor futuro, el futuro es lo que hace un segundo era presente.
    Yo, al igual que muchos, quiero ver a mis nietos lograr lo que se tracen y esto será posible en la medida en que sus maestros se lo propongan.

    Un fuerte abrazo.
    Con cariño, Ana María Tello Rojas.

    • Manuel Valdivia Rodríguez dice:

      Estamos del mismo lado, Ana. Uno de nuestros defectos -casi un deporte nacional- es desautorizar el pasado, y eso, con argumentos muy febles. Mucho podríamos avanzar si nos apoyáramos en nuestra experiencia. Felizmente, son legión los docentes que quieren encontrar mejores caminos. Aprovecho su testimonio para resaltar un hecho: Angie, su nieta, ahaora jovencita, goza de la lectura y eso en parte se debe a la experiencia que tuvo a los cinco años, cuando aprendió a leer. Esa experiencia de éxito seguramente la impulsó después. ¿Y los niños que no la tienen?
      Un saludo cordial para usted y su esposo… y para Angie.

  2. Gaby Fujimoto dice:

    Estimado Manuel:
    Es lamentable lo que denuncias, te respaldo totalmente en la preocupación. Mi reflexión es que la educación y el aprendizaje se inician desde el vientre de la madre. El lenguaje se construye con los padres, después en la escuela. Trabajemos con los padres, hermanos, familiares del niñ@ desde que nace. A los dos años habrás formado en el cerebro los cimientos del futuro desarrollo escolar y humano. Esto lo demuestran diariamente las investigaciones de neurociencia. Suerte, saludos
    Gabyf

    • Manuel Valdivia Rodríguez dice:

      Me alegra mucho Gaby que hayas leído el artículo. Otro amigo nuestro, Rubén Ramos, menciona en este blog, el «efecto cuna». Y tú sostienes algo parecido. La lengua que se adquiere en el hogar, las experiencias que se tienen en él, marcan de modo indeleble al individuo. Va a ser difícil, pero, ni modo, tenemos que trabajar con el entorno de los niños.
      Recibe un abrazo, allí donde estés ¿Estás en la patria?
      Manuel

  3. rubén ramos dice:

    El problema es de ¿escuelas eficaces? ¿de metodologías? Tal vez haya que recordar aquello que alguien bautizara como el «efecto cuna». Y esto no es invalidar los esfuerzos, pero creo que habría que mirar qué tipo de escuelas tenemos, con qué docentes «capacitados» contamos, y qué «mediciones» se hacen. Probablemente descubramos que esos 150 mil pueden responder pruebas estandarizadas pero leer, lo pongo en duda.

    • Manuel Valdivia Rodríguez dice:

      Rubén: Gracias por intervenir con tu comentario. Lo sabemos tus amigos: puedes ser muy duro en tu crítica, pero te mueve un genunino interés porque las cosas mejoren. Lo digo por el peso que le pones a la acción de los docentes. Y tienes razón: necesitamos docentes preparados y, sobre todo, cultos. Pero eso es obra de un proyecto personal de vida. Qué bien que hables del «efecto cuna». En un país como el nuestro, donde las brechas sociales son tan hondas, el «efecto cuna» repercute hasta muy lejos.
      Un abrazo, Ruben.

  4. jose respaldiza rojas dice:

    Manuel, una pregunta. Conozco en La Parada personas que casi no leen y escrben lo mínimo, sin embargo manjan operaciones comeciales millonarias. ¿En qué puede influenciar el hecho de no saber leer?

    • Manuel Valdivia Rodríguez dice:

      No sólo en La Parada, José. En todas partes. Hay gente que sabe leer, pero no lee sino lo estrictamente necesario para su trabajo o para pasar el rato. Pero leer para formarse, para entender la realidad, para «enriquecer el espíritu», como decía Cisneros, ese leer no es frecuente. No somos analfabetos, pero sí iletrados, en el sentido en que usan el término los franceses. Es cierto. En nuestra sociedad, para ganar dinero a veces puede no ser necesario leer. ¿Es eso bueno?

      Un abrazo, Pepe

  5. Liliana Santiani dice:

    Maestro Valdivia : El análisis que hace nos mueve el piso, efectivamente el compromiso del maestro es decisivo para fomentar la lectura por placer en nuestros niños y niñas, comparto la idea de ubicar en los primeros grados, a los docentes que terminaron la especialización en Comunicación y Matemática del III Ciclo,puesto que tienen experiencia en estrategias pertinentes y la Investigación acción que hicieron en sus aulas; estamos convencidos que el reto esta en el cambio de actitud de los docentes en cuanto a su labor pedagógica,para mejorar los indices de comprensión lectora en nuestro país.

    • Manuel Valdivia Rodríguez dice:

      Estimada Liliana.

      Creo que es un acierto del MINEDU el intentar la especialización de los docentes del III ciclo de EBR. Lo que se debe hacer en esos grados es tan delicado -y tan importante- que debieran estar a cargo de docentes altamente preparados y con mucha experiencia. Lo malo es esa costumbre, a mi juicio perniciosa, que consiste en que los docentes «avancen» con sus niños hastaque terminan la primaria. Una vez que los chicos se van, ellos vuelven al primer grado, después de varios años, y, por supuesto, ya sin recursos metodológicos adecuados. En fin, hay tánto que enmendar.

      Un saldudo cordial,

      Manuel Valdivia

  6. Pedro Elguera Bernal dice:

    Estimado Manuel, si no atacamos de raiz el problema de lectura en estos grados verdaderamente vamos a seguir siendo un país subdesarrollado, estimo que uno de los problemas es la falta de vocación de los docentes para encarar esta situación, aunado a una capacitación permanente y seguimiento del mismo, a bajos sueldos que no motivan la preparación y tambien una cruzada para que la educación sean compartida con la familia, es decir en cuanto a la preocupación de los padres, tener en cuenta que la educación de los hijos es la que nos va a sacar de la pobreza y situaciones coyunturales de ofrecimientos en epocas electorales.

  7. Valiente y preciso escrito, profesor Manuel Valdivia. Su articulo me hace recordar un texto interesante en donde Louis Pasteur manifiesta que en toda innovacion hay tres etapas:La primera es convencerse uno mismo de su bondad, la siguiente es convencer a los demás y la ultima es convencer a los detractores.
    En efecto, percibo como usted que el problema en la calidad lectora en los niños de primer grado se acentúa a partir de los 90, cuando se obliga a los maestros a usar metodos desestimando principalmente el sílabico. Era la êpoca del famoso plancad. El asunto es que ahora, luego de dos decadas, las consecuencias saltan a la vista: ¡Ultimos lugares en lectura! no solo en primaria también en secundaria (es lo que se llama factor arrastre).Inclusive en ese tiempo se mencionaba mucho las palabras innovaciòn, paradigma, etc. El maestro que no aplicaba las «directivas metodológicas» era considerado maestro «renuente a las innovaciones».
    Ahora, por fin entendemos que la innovacion no es un fin en si misma, sino un medio para alcanzar los fines de la educacion. Y eso es lo que no han hecho los planteamientos metodológicos de entonces… mejorar la calidad lectora. El problema, maestro Manuel Valdivia, es…¿como convencemos a los detractores?… Entonces me recuerdo de un proverbio chino que lei en algún lugar :»Aquel que desea lanzarse desde las alturas debe aprender a volar con el viento en contra».
    Valoro y felicito su artÍculo. Para mi ha sido un honor trabajar con Ud. en la DECANA DE AMERICA.

    • Manuel Valdivia Rodríguez dice:

      Estimado Leandro:
      ¡Que buena su mención de aquello que dijo Pasteur! Me ayuda sobremanera. Yo estoy convencido de lo que digo, pero sé que en muchos casos nado contra corriente. Es cierto que hay que volar con el viento en contra en una atmósfera llena de mitos, equivocaciones y terquedades. Felizmente, somos muchos los convencidos de que se debe hacer algo de inmediato. Eres uno de ellos.

      Un abrazo,

      Manuel

  8. Emma Teresa Saavedra Charpentier dice:

    Buenos días Maestro: En estos días hemos estado en una implementación de 12 días desde las 8 hasta las 6 de la tarde sobre la segunda especialización las Universidades Católica y cayetano. Se ha destacado la importancia de mejorar los niveles de lectura , escritura y todo lo concerniente al área de matemática, que en últimas instancias es lo que más nos debe importar .Por mi parte estoy sumamente convencida que nuestra meta no sólo es implementar a docentes para su segunda especialidad, sobre todo es lograr que nuestros niños aprendan a leer, en todo el sentido de la palabra y espero seguir en contacto con Usted, porque ha sido un gúía para mí en la Universidad San Marcos, donde lo conocí y me nutrí de su experiencia y sabiduría. Debemos lograr una sabiduría colectiva entre todos los que tenemos una idea en común y sacar adelante a nuestros niños fuente de esperanza de nuestro Perú.Saludos y Bendiciones Emma Saavedra (Asesora Especialista de la Universidad Cayetano Heredia 2011 2012)

    • Manuel Valdivia Rodríguez dice:

      Estimada Emma:
      Me da mucho gusto recibir su mensaje. Permítame destacar una frase suya puesta al final: «Debemos lograr una sabiduría colectiva entre los que tenemos una idea común…». Es absolutamente necesario que tengamos esa «idea común», que implica estar de acuerdo con los objetivos pero también con las metodologías. No puede ser posible que en un mismo centro educativo existan divergencias en estos asuntos y cada uno trabaje por su lado. Para eso hay un proyecto educativo de la institución y una propuesta currcícular que debe ser asumida por todos. Una manera de comenzar a resolver los problemas es justamente conseguir que los docentes de una misma institución comulguen con el mismo propósito. Ustedes, los asesores del PRONAFCAP tienen ahora una oportunidad de oro, pero también, lo sé, una tarea con muchas complicaciones.
      No vacile en mantener comunicación.
      Saludos cordiales,

      Manuel

    • Manuel Valdivia Rodríguez dice:

      Estimada Emma:
      Me da mucho gusto recibir su mensaje. Permítame destacar una frase suya puesta al final: «Debemos lograr una sabiduría colectiva entre los que tenemos una idea común…». Es absolutamente necesario que tengamos esa «idea común», que implica estar de acuerdo con los objetivos pero también con las metodologías. No puede ser posible que en un mismo centro educativo existan divergencias en estos asuntos y cada uno trabaje por su lado. Para eso hay un proyecto educativo de la institución y una propuesta currcícular que debe ser asumida por todos. Una manera de comenzar a resolver los problemas es justamente conseguir que los docentes de una misma institución comulguen con el mismo propósito. Ustedes, los asesores del PRONAFCAP tienen ahora una oportunidad de oro, pero también, lo sé, una tarea con muchas complicaciones.
      No vacile en mantener comunicación.
      Saludos cordiales,

      Manuel

    • Manuel Valdivia Rodríguez dice:

      Estimada Emma:
      Perdone que recién escriba agradeciéndole su comentario. Qué bueno sería que los comapñeros y compañeras asesoras en el PRONAFCAP se propusieran que los niños de las escuelas que visitan logren, todos, los objetivos de lectura y escritura que esperamos. Sé que muchos docentes harán caso de lo que ustedes les sugieran. No vacile en escribirme. Siempre estaré atento.
      Saludos,
      Manuel Valdivia

  9. eiitasa_4 dice:

    Estimada Emma:
    Me gustaría conversar con Ud. acerca de la «sabiduría colectiva» y la «idea en común» que nos habla el profesor Valdivia, ya que he estado realizando algún análisis respecto, a la falta de identificación que tiene el común profesor capacitador, con el sistema implementado por el gobierno para el sector Educación.
    Es imposible llegar a resultados auspiciosos en tiempos definidos, con capacitadores que no tienen esa «idea en común» con el sistema en el cual están trabajando. Si Ud. es tan amable me puede escribir a Humala_no@hotmail.com. muchas gracias por su atención

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