MISS CONFUSIÓN, EL CURRICULO Y EL APRENDIZAJE

Por Manuel Valdivia R.

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Gracias a la Internet y a la televisión, cientos de miles de personas han podido ver, incrédulas, atónitas, la presentación de una linda muchacha de 19 años, candidata muy fuerte hasta ese momento para conseguir el cetro máximo de belleza en su país. Pero no fueron sus atributos físicos los causantes de la estupefacción del público; fue lo que intentó decir. Era el momento del concurso en que las candidatas deben mostrar su inteligencia y su cultura respondiendo a preguntas que hace un presentador. Cuando le llegó el turno, la jovencita quiso explicar quién fue Confucio, y dijo esto: ‘Confucio: Fue uno de los inventores de la confusión… y por eso se le ha… de lo más… fue uno de los japoneses chinos de lo más antiguo. Gracias”. La gente debe estar preguntándose hasta ahora qué quiso explicar. Es probable –arriesguemos una hipótesis- que ella pasó algún tiempo prepa­rándose para la entrevista, y que tuvo entre sus manos un guión de preguntas y respuestas que debía memorizar para salir airosa en el interrogatorio. Imaginemos que, respecto de Confucio, ella tuvo que aprender una frase tomada de la Wikipedia: “Confucio fue el creador del confusianismo. Fue uno de los filósofos chinos más influyentes de la antigüedad”. Probablemente trató de memorizar ésta y otras frases y eso es lo que no pudo decir frente a las cámaras que llevarían su imagen a todo el mundo.

Podemos entender lo que pasó: la muchacha había intentado aprender una frase que hablaba de un personaje de cuya existencia no había tenido noticia nunca antes, que hacía referencia a una disciplina intelectual muy lejana de los asuntos de maquillaje y pasarelas, y que mencionaba un país para ella tan lejano como Saturno. ¿Cómo daría una buena respuesta sobre eso?

Michel de Montaigne, en el siglo XVI, escribió: “Nadie está libre de decir estupideces; el pro­blema es decirlas con énfasis”. Y esa puede ser la culpa de esta muchacha, protagonista de una anécdota que pronto caerá en el olvido. A favor de su candidez, la dejaremos allí. Pero será bueno aprovechar el suceso para otros fines, apoyándonos en frases más amables del pensador francés.

En su célebre ensayo sobre la educación de los niños (tomo primero de sus Ensayos, capítulo XXVI), Montaigne, pone reparos a la repetición mecánica que se toma por aprendizaje. Él dice: “No se pida cuentas al niño sólo de las palabras de la lección, sino de su sentido y su esencia, y que él  juzgue el provecho que habrá logrado, no por el testimonio de la memoria sino por el de su vida. A fin de comprobar si lo aprendió bien y lo hizo suyo, es necesario que aquello que consiga aprender pueda exponerlo de cien maneras diferentes y adecuarlo a otros asuntos”.

Líneas más abajo, Montaigne, que no desecha la posibilidad de un aprendizaje por comunicación oral o por lectura, sugiere que el maestro debe “acostumbrar al alumno a pasar por el tamiz todas las ideas que le transmita y hacer de modo que no albergue nada por la simple autoridad y crédito”. Mucho es lo que puede conseguir el alumno de fuente ajena “… pero a condición de sabérsela apropiar. La verdad y la razón son patrimonio de todos, y ambas pertene­cen por igual al que habló antes que al que habla después… Las abejas extraen el jugo de diversas flores y luego elaboran la miel, que es producto suyo, y no tomillo ni mejorana. Así, las nociones tomadas de otro, las transformará y modificará para con ellas ejecutar una obra que le pertenezca, formando de este modo su saber y su discernimiento”.

En el momento presente es oportuno actualizar –haciéndolas atravesar cuatrocientos años- estas reflexiones sobre la memorización mecánica de la información. El nuevo Diseño Curricular Nacional de EBR incluye, junto al cuerpo de capacidades que deben desarrollar los niños y adolescentes, los cuadros de conocimientos que deben hacer suyos en las diversas áreas curriculares. Esos cuadros son complejos y nutridos, especialmente para la educación secundaria. Probablemente tienen que ser así, puesto que se trata de una propuesta nacional a partir de la cual se deben construir los currículos diversificados. En consecuencia, en cada institución se tendrá que seleccionar lo que sea más pertinente a las respectivas realidades. Pero no sólo se trata de seleccionar lo que es cercano a una realidad y necesario en ella, sino también lo que está al alcance de los estudiantes y puede ser ubicado en lo que Vigotski llamó “la zona próxima de desarrollo”. Los currículos diversificados no pueden ser profusos en contenidos. Por el contrario, es obligatorio que estén construidos con un sentido de economía. El aprendizaje de un contenido es resultado de una actividad o de varias, es producto de reflexión, es la ganancia que se consigue tras un esfuerzo cognitivo que tiene un ritmo despacio. Miguel de Unamuno, el sabio rector de Salamanca, decía “El saber no ocupa lugar, sí, pero quita tiempo”. Necesita de tiempo y maduración. El aprendizaje de conocimientos requiere de lecturas, observaciones, discusiones, demostraciones: sólo así los estudiantes pueden “hacerlos suyos”, como quería Montaigne. Si se mantiene la profusión de contenidos en el currículo, no queda más que la transmisión frontal por parte del docente y la adquisición de memoria por parte de los alumnos. Y lo que queda en la mente de los estudiantes corre el peligro de ser un conjunto de frases trabucadas como las que dijo la simpática Miss Confusión.

No deja de ser una ironía: En aquel desfile de belleza, los organizadores habían entregado a la candidata, para que la leyera en voz alta, una de las sentencias que Confucio nos legara hace dos mil quinientos años: “Leer sin meditar es un oficio inútil”. Cuando el tiempo aprieta porque hay mucho que “aprender”, la faena se hace sin meditar y el trabajo escolar se convierte, entonces, en un oficio inútil.

19 Responses to MISS CONFUSIÓN, EL CURRICULO Y EL APRENDIZAJE

  1. bienvenido a la blogósfera Manuel! buen artículo, buen comienzo! Un gran abrazo
    Lucho

    • Manuel Valdivia Rodríguez dice:

      Muchas gracias, Lucho. Tú me animaste. Me alegra emular tu excelente Río de Parménides, en un empeño conjunto por contribuir a una mejor educación en nuestro país.

      Manuel

  2. Fernando dice:

    Gracias, Manuel. Me parece extraordinaria tu capacidad de aprovechar algo trivial para poder hacer una reflexión pedagógica. Que bueno que entras ahora en estos espacios, luego de habernos alimentado con tus reflexiones vía otros medios. Esto alienta la discusión y el debate…
    Saludos

    Fernando
    http://intrigapersonal.wordpress.com

    • Manuel Valdivia Rodríguez dice:

      Gracias, Fernando. Pasa esto: encuentras una frase en un escrito ajeno; te enteras de un hecho trivial, como lo llamas, o tal vez trascendente; o te viene a la memoria un recuerdo, y entonces la imaginación se dispara. Algunos escriben poemas, relatos; otros, como yo, toman nota de sus reflexiones, pero con ganas de compartirlas con quienes son gemelos en el cariño por el país, ese país que es «nuestra herencia, pero no nuestra indiferencia» (frase que tomo del mexicano Carlos Fuentes). Así es, Fernando. Un abrazo,
      Manuel

  3. Carmen Sacieta dice:

    Hola Manuel
    Gracias por darme la dirección de tu blog, excelente artículo
    Saludos
    Carmen

  4. Alberto Patiño Rivera dice:

    Estimado Manuel:
    Excelente artículo que, entre otras cosas, me recuerda que los maestros tenemos responsabilidad en muchos de los errores de nuestros alumnos.
    Además, este simpático episodio que ha dado la vuelta al mundo ha servido de excelente pretexto para recibir de tur parte una excelente lección de pedagogía.
    Aquí en la Facultad de Educación de la PUCP nos sentimos orgullosos de tenerte como coordinador de una de las diplomaturas que está llamada a hacer historia en la eduación de nuestro país.

    • Manuel Valdivia Rodríguez dice:

      Gracias, Alberto, por tu mensaje. Tienes razón: los profesores podemos ser responsables de los errores de los alumnos, pero también tenemos la posibilidad de apoyar el desarrollo de sus potencialidades. Roger Gal, ese gran pedagogo francés, decía que nuestro trabajo no es sino preparar la escalera del conocimiento y ayudar a los alumnos a subir por ella con sus propias fuerzas.

      Gracias, además, por la generosidad de tus elogios. La PUCP me proporciona una oportunidad para servir a la educación, esta vez dirigiendo el diplomado que mencionas. Puedes estar seguro de que pondré mi mayor esfuerzo para que sea de veras últil

      Un abrazo,

      Manuel

  5. Zoila Del Valle dice:

    Manuel:
    Gracias pór llevarnos a una reflexión tan importante, ¿Qué ofrece la escuela a los niños y jovenes de nuestro país?, ¿Cómo lograr que aquello que no se aprendió en la escuela pueda ser aprendido de manera autónoma?, ¿Cuántos de nuestros alumnos (y exalumnos) pueden organizar la información «que reciben»?, ¿Realmente, las actividades que se realizan en el aula,se enmarcan en procesos reflexivos que favorecen aprendizajes?. Ciertamente, no s etrata de acumular información, se trata de ofrecer oportunidades de aprendizaje que sirvan para la vida.
    Se trata de favorecer las capacidades y actitudes d enuestros alumnos para que puedan ejercer una ciudadanía responsable.
    Seguiremos compartiendo.
    Zoila

    • Manuel Valdivia Rodríguez dice:

      Estoy de acuerdo contigo en todo lo que dices y comparto tus interrogantes. Sin duda, la escuela debe ayudar a los estudiantes a desarrollar las capacidades y aptitudes para ser autónomos, y responsables en el uso de esa autonomía. Para ello debemos esforzarnos para que cambien los usos pedagógicos, demasiado ceñidos a la transmisión maestro (o libro)- alumno.
      Un abrazo,
      Manuel

  6. nelson coronel dice:

    Querido Manuel:

    ¡ Excelente tu blog ! Hace mucho tiempo que teníamos la esperanza de acceder más fluidamente a tus reflexiones pedagógicas, y las otras…
    La anécdota de la que partes, permite otra reflexión: Este, evidentemente, no es un problema de aprendizaje, ni de curriculum, sino de » ricu culum»….. ¿por qué a los concursos de exhibicionismo físico, se pretende «adornarlos» con «elementos de cultura»? a la niña entrevistada hay que apreciarla por lo que muestra, que es suficiente al propósito..lo demás…¡ está demás!. Esto tiene que ver, también, con la funcionalidad del conocimiento. ¿cuál es el que se necesita para pasear sobre una pasarela?…No mucho, evidentemente. Y «el saber que no se necesita» ¿para qué sirve?, es la otra dimensión sobre la que es necesario reflexionar permanentemente. Tu estupendo comentario ayuda a reexaminar el problema.

    Un abrazo

    Nelson Coronel

    • Manuel Valdivia Rodríguez dice:

      Aprecio mucho tu comentario, Nelso, porque sé que eres exigente.
      Lo bueno de un blog (ahora lo entiendo más) es la posibilidad de ir tejiendo ideas, como sucede con tu nota. Cada uno debe hacer lo que puede, y hacerlo bien. Tu comentario me recuerda lo que decía Whitehead sobre «las ideas inertes», aquellas que se guardan en la cabeza pero que finalmente se quedan congeladas, sin servicio para hacer, juzgar o comprender. No puedo decir más sobre la chica porque la jefecita me jala las orejas.

      Un abrazo,

      Manuel

  7. lula dice:

    Esa frase de «nadie está libre de decir estupideces…» me ha dado mucha risa y me ha marcado. la usaré con frecuencia por estos lares. Te felicito por el blog y porque me había olvidado lo bonito que escribías.

    • Manuel Valdivia Rodríguez dice:

      Lule:
      Lamentablemente hay muchas oportunidades en que uno se siente impulsado a aplicar la frase de Montaigne. Unamuno, el gran filósofo español, siempre tan agudo y con un estilo muy personal, sostenía que asì como hay que educar ls «entendederas» hay que educar las «expresaderas». Nosotros necesitamos esas dos direcciones.

  8. Diría pues, que las vertientes de los conocimientos no se dan por principio único de adquisición de información, las vivencias son muy importantes para la contrastación de la realidad teórica mostrada a través de solo conceptos, tendríamos que pensar si verdaderamente son necesarios la cantidad de conocimientos, puesto que, siempre se trata de hacer todos y se termina haciendo nada; saludos.

    • Manuel Valdivia Rodríguez dice:

      Gracias por su aporte, Bryan.

      Es verdad que hay varias vías para la adquisición de conocimiento. Los conocimientos son necesarios. El. Dr. Ortiz Cabanillas -peruano, para orgullo nuestro- sostiene que los conocimientos que constriimos son el centro de nuestra consciencia, que es la que guía la comprensión de la realidad y la actuación misma. Pero son los conocimientos bien estructurados.

      Saludos,

      M.V

  9. Susana dice:

    Recién descubro tu blog. Muy bueno!! Lo he enlazado al mio.

    Saludos,
    Susana

  10. Susana dice:

    Este es el enlace que puse Manuel: http://blog.pucp.edu.pe/item/63888

  11. Antonieta Cubas dice:

    Estimado Manuel:
    Felicitaciones por tu artículo, ayuda a reflexionar sobre la educación sobre hechos conocidos a través de los medios y que pueden ser muy bien aprovechados para profundizar sobre nuestro trabajo pedagógico.
    Un abrazo
    Cucha

  12. noemy guerrero dice:

    excelente blog en el cual aprendemos ver que hacemos los maestros por nuestroas alumnos .
    la verdad me gustaria que leyeran los catedraticos que forman educadores en la universidad`porque es parte de ellos que no logran formar buenos educadores .

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